Trescientas teólogas en Buenos Aires

Por Sergio Rubín (Clarín)

Como en tantos otros aspectos de la vida, la presencia masculina sigue siendo predominante en las estructuras religiosas. En la Iglesia católica, fueron los hombres los que a lo largo de los siglos estudiaron Teología, interpretaron las escrituras y predicaron. La mujer fue muchas veces clave en la transmisión de la fe con sus hijos o a través de la enseñanza de la catequesis. Pero no participó de las grandes discusiones teológicas ni ocupó puestos eclesiales relevantes.

En el avance de la mujer en la Iglesia católica, la Argentina acaba de marcar un hito regional con el I Congreso de Teólogas de América Latina y Alemania. Unas 300 teólogas debatieron esta semana en la facultad de Filosofía y Teología de los jesuitas en San Miguel acerca del aporte femenino al ámbito teológico y eclesial. El intercambio no fue una mera discusión teórica sino un diálogo a partir de las diversas realidades que desafían a las mujeres y la necesidad de avanzar hacia la igualdad de género.

Para comprender mejor la dimensión del encuentro basta recordar que hasta el Concilio Vaticano II -en la década del '60- sólo los hombres del clero estudiaban teología. En el país, recién a partir de 1970, la facultad de Teología de la UCA admitió laicos. Así, paulatinamente, ingresaron mujeres.

En la Argentina hay unas 30 licenciadas en Teología y dos doctoras: una es Virgina Azcuy. Ella presidió el congreso cuyas asistentes no ocultaron su simpatía con aspectos de la Teología de la liberación."No queremos confrontar con los hombres sino ampliar la mirada sobre lo religioso. Creemos que hay un problema de invisibilidad de la mujer en la Iglesia", dijo Azcuy. ¿Acaso se avanza hacia un planteo sobre el sacerdocio femenino?, preguntó Clarín. Según Azcuy, este punto está muy lejos del debate de estas teólogas: "Estamos tratando de tener un lugar en la Iglesia. Bregamos por un cambio de mentalidad para vivir más igualitariamente".