lunes, 21 de julio de 2008

Todo concluye al fin...

¡Terminó la Jornada Mundial de la Juventud! Y no se despidió así nomás, sino que cerró con una multitudinaria misa presidida por Benedicto XVI en el Hipódromo de Randwick. Algunos calculan que participaron de la Eucaristía de Clausura unas 350.000 personas, pero estimamos que alrededor del mundo éramos muchos más los que seguimos la transmisión en directo. Por lo menos nosotros desde la Casa Joven, entre pochoclos y picada, la pasamos bomba. ¡Gracias a los chicos que se encargaron de organizar la transmisión!

El Papa, en varias ocasiones durante la misa, se refirió a Sydney como un "nuevo Cenáculo", un "nuevo Penstecostés". Benedicto, durante su homilía, dijo cosas como éstas:

  • Oro para que esta gran asamblea, que congrega a jóvenes de «todas las naciones de la tierra» (Hch 2,5), se transforme en un nuevo cenáculo. Que el fuego del amor de Dios descienda y llene vuestros corazones para unirlos cada vez más al Señor y a su Iglesia y enviarlos, como nueva generación de Apóstoles, a llevar a Cristo al mundo.

  • La gracia del Espíritu Santo, no es algo que podamos merecer o conquistar; podemos sólo recibirla como puro don. El amor de Dios puede derramar su fuerza sólo cuando le permitimos cambiarnos por dentro.

  • Fortalecida por el Espíritu y provista de una rica visión de fe, una nueva generación de cristianos está invitada a contribuir a la edificación de un mundo en el que la vida sea acogida, respetada y cuidada amorosamente, no rechazada o temida como una amenaza y por ello destruida.

  • La Iglesia tiene necesidad de renovación. Tiene necesidad de vuestra fe, vuestro idealismo y vuestra generosidad, para poder ser siempre joven en el Espíritu. La Iglesia tiene especialmente necesidad del don de los jóvenes, de todos los jóvenes.

  • Que por la amorosa intercesión de María, Madre de la Iglesia, esta XXIII Jornada Mundial de la Juventud sea vivida como un nuevo cenáculo, de forma que todos nosotros, enardecidos con el fuego del amor del Espíritu Santo, continuemos proclamando al Señor resucitado y atrayendo a cada corazón hacia Él.
Ahora nos queda prepararnos para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en Madrid en el 2011. Así anunciaba Benedicto la sede de la próxima JMJ:


1 comentario:

BasastiáN dijo...

De nada. Fue un placer.
Una vez más publicamos posts en paralelo. Si quieren conocer a la famosa picada, asómense.